EL SILENCIO QUE SALVÓ AL MUNDO

📖 "Angustiado él, y afligido, no abrió su boca…" - Isaías 53:7 (RVR1960)

.Cuando Jesús fue acusado, golpeado y llevado hacia la cruz, eligió callar. Su silencio no fue debilidad, fue obediencia. No se defendió, porque su propósito no era evitar el sufrimiento, sino abrazarlo por amor a nosotros. En ese acto silencioso, Dios habló más fuerte que nunca. Nos dijo: “te amo”, sin pronunciar palabra.

Ese silencio fue el lenguaje del sacrificio. Jesús, el Verbo de Dios, decidió no usar palabras, sino entregarse. Y ese acto transformó la historia de la humanidad. La voz que calmó tormentas eligió guardar silencio ante sus verdugos.

Hoy, en un mundo ruidoso, lleno de opiniones y gritos, el silencio de Cristo sigue teniendo poder. Porque a veces, callar es confiar. Callar es entregar. Callar es saber que Dios pelea nuestras batallas.

¿Y nosotros? ¿Cómo respondemos cuando somos heridos, malinterpretados o probados? ¿Nos defendemos de inmediato o descansamos en la justicia de Dios? Cristo nos enseñó que a veces la mayor fuerza está en quedarse en silencio y confiar en que el Padre lo ve todo.

Su silencio nos dio vida. Su entrega nos dio redención.

Para orar: Señor Jesús, Gracias por ese silencio que gritó amor eterno. Gracias por quedarte en silencio cuando pudiste hablar, cuando pudiste defenderte, pero elegiste salvarme. Enséñame a imitar tu humildad. Cuando mi alma quiera alzar la voz, recuérdame que a veces callar también es fe. Que tu ejemplo me inspire a rendirme por completo a tu voluntad. Que mi vida refleje tu sacrificio silencioso, y que mi corazón aprenda a confiar, incluso cuando no entiendo. Amén. 🙏